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LA CRUZ DE CRISTO NOS SALVÓ DE LA IRA.

posted by: Salvador Z.


Muchas veces decimos: "Dios me salvó", pero ¿De qué nos salvó? ¿De la muerte, de nuestros pecados, de la depresión (según muchos dicen hoy)? La verdad, aunque Cristo nos salvó de la muerte y pagó el precio por nuestros pecados, lo más exacto es decir que Dios nos salvó de sí mismo. Sí, tal como lee, Dios nos salvó de su ira, que iba a ser desplegada sobre nosotros. Veamos:

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Ro. 5:8-9 RVR).

“[…] Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios” (Ef. 2:3 NVI).

“y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (I Tes. 1:10 RVR).

“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (I Tes. 5:9 RVR).

“Él fue traspasado por nuestras rebeliones,
y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz,
y gracias a sus heridas fuimos sanados.
Todos andábamos perdidos, como ovejas;
cada uno seguía su propio camino,
pero el Señor hizo recaer sobre él
la iniquidad de todos nosotros” (Is. 53:5-6 NVI).

Es decir, si algo merecía el hombre no era la oportunidad de ser salvo ni la misericordia de Dios, sino su ira. Esa ira cayó sobre su unigénito Hijo, para así satisfacer la justicia de Dios. Esto merece un pequeño análisis:

a) El amor de Dios no puede ser injusto, puesto que sería una mancha en su Santidad y Justicia perfectas. Luego, no podía perdonar al hombre sin más.

“El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son igualmente abominación a Jehová” (Pr. 17:15 RVR).

b) De esta forma, para que Dios pudiera perdonar, antes debía satisfacer su justicia. La forma de llevar esto a cabo es mediante la muerte del transgresor. Sin embargo, se acepta la muerte de un substituto por él, sacrificado para el perdón de sus pecados. En la ley de Moisés se establece un sistema de sacrificios de animales con este objeto, siguiendo el principio de que “sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (He. 9:22). Aunque en la ley se establecieron las reglas, Dios había revelado esta voluntad desde antes (ver p. ej. el sacrificio de Abraham, en Gn. 22).

c) Sin embargo, esto no podía hacer perfectos para siempre a quienes lo realizaban, dado que no era más que la sombra de lo que había de venir:

“Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan” (He. 10:1 RVR).

“[…] es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados” (He. 10:4 NVI).

d) Por esto, su unigénito Hijo fue enviado al mundo para borrar la condenación del pecado sobre aquellos que está santificando:

“Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando” (He. 10:14 NVI).

e) Esto pudo ser así porque como ya vimos, el Hijo soportó sobre sí la ira de Dios por los pecados. De esta forma, fue puesto como “propiciación” o “expiación”, esto es, un sacrificio que satisface las exigencias de la justicia de Dios. Entonces, una vez que la ira de Dios por el pecado es soportada (la paga del pecado es saldada, Ro. 6.23), el amor y la misericordia de Dios hacia el pecador pueden tener lugar, porque son justas.

En suma, no es cierta la afirmación muchas veces sostenida en que se dice: “Dios, en vez de ser justo contigo, fue misericordioso”. Eso equivale a decir que el amor de Dios es injusto, cuando en realidad es conforme a su justicia, por las razones que acabamos de ver.



3 comentarios:

  Youseff Derikha

16 de enero de 2011, 17:12

Hermosa verdad. La gracia de Dios ha sido eficaz en sus escogidos. A Dios sea la gloria.

  Anónimo

16 de enero de 2011, 17:13

Hermosa verdad. La gracia de Dios ha sido eficaz en sus escogidos. A Dios sea la gloria.

  CRISTO es la Roca

18 de enero de 2011, 19:53

Amén mis hermanos, mucho se dice en la actualidad de lo que DIOS nos salvo.... unos dicen, nos salvo de la pobreza, otros , nos salvo de la tristeza, de la baja autoestima, la verdad es otra, DIOS nos salvo de SU ira, el SEÑOR JESUCRISTO nos enseño a quien deberíamos temer:
[Mateo 10:28
Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

EL SEÑOR ni sikiera dijo, "teman al infierno", no el dio un rotundo "deben temer a DIOS".. subiremos un tema al respecto, fijense en als actualizaciones ,,
DIOS les bendiga