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¡CUIDADO con el falso arrepentimiento!

posted by: Salvador Z.

Es un hecho que el arrepentimiento es ordenado en la Biblia:

"El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio." Mr. 1:15

"Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" Lc. 13:3

"Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos" Hch. 17:30-31.


Teológicamente, el arrepentimiento antes que ser una condición para salvación, es realmente una manifestación de ella, ya que evidencia la obra regeneradora del Espíritu Santo en nuestro corazón, al igual que la fe (Fil. 1:29). Esto se demuestra en que el arrepentimiento es concedido por Dios:

"Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: !De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!" Hch. 11:18.

"que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad" 2 Tim. 2:25


Entonces, cuando el arrepentimiento se produce es una manifestación de lo que describe el profeta Ezequiel:

"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra." Ez. 36:26-27

El arrepentimiento es evidencia de que el Señor ha transformado nuestro corazón de uno que era enemigo de sus preceptos (Col. 1:21) a uno sensible a la Palabra de su Señor ("de carne"). Nótese la soberanía de Dios en todo esto, siendo sólo Él quien tiene el control completo de la situación.

Por todo lo anterior, es necesario que nos examinemos (2 Co. 13:5), e inquiramos si tenemos ese arrepentimiento para vida. Hay pocas situaciones más desastrozas que la de aquella persona que cree haber alcanzado salvación, que cree haberse arrepentido genuinamente cuando en realidad no conoce el arrepentimiento verdadero.

¿Nos hemos apartado del pecado por amor a Cristo? ¿Hay un cambio en nuestra vida? ¿Somos realmente nuevas criaturas? ¿Es nuestro arrepentimiento genuino, o se trata de una mera ilusión? ¿Estamos creciendo en arrepentimiento y santidad?

Roguemos a Dios por misericordia y gracia, y porque podamos crecer en arrepentimiento y en conocimiento de su Hijo Jesucristo.

tomado de: mirad que nadie os engañe

¿“Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador”...a la ligera?


posted by: Salvador Z.


En una ocasión ya habíamos escrito respecto a este tema, pero me llamó la atención algo que leí en facebook, asi que espero sea de edificación para nuestras vidas, y glorificación solo a DIOS

Para leer el otro post donde se trató el mismo tema puedes dar click aqui

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este devocional fue escrito por el Pastor de la “Iglesia Bautista del Salvador” (www.iglesiadelsalvador.com)

Existe una famosa frase que dice: “Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador”. Este dicho es conocido entre los impíos, pero también es predicado por muchos que se hacen llamar “cristianos”. Pero ¿tal declaración proviene de las Escrituras? De ninguna manera. Tal dicho vino del corazón de un hombre que no conocía a Dios, no proviene de las Santas Escrituras, es decir, no proviene de la boca de Dios.

Lo que las Escrituras enseñan es que Dios es Santo y tan limpio de ojos que no puede mirar con favor el mal (Habacuc 1:13). Por lo tanto, el malo no puede habitar junto a Dios. ¿Por qué? Porque El no es un Dios que se complace en la maldad. Los insensatos no estarán delante de sus ojos. El Dios de las Escrituras aborrece a todos los que hacen iniquidad. El destruirá a todos los que hablan mentira. Dios abomina al hombre sanguinario y engañador (Salmo 5:4-6), o como dice nuestro Proverbios 11:20; “Abominación son a Jehová los perversos de corazón; Más los perfectos de camino le son agradables”.

El Salmo 7:11 dice claramente que Dios está airado contra el impío, es decir, contra el pecador todos los días. ¿Esto significa que Dios es cruel? De ninguna manera. El Salmo enseña que la razón por la cual Dios abomina al pecador es porque El es Justo. Dios es juez justo, por lo tanto, abomina al pecador. Esto no se trata de crueldad, sino de plena justicia. ¿Cómo Dios no se va airar al ver que Su Santa voluntad es quebrantada todos los días?

Algunos han llegado a decir que eso es verdad en el Antiguo Testamento, pero que en el Nuevo Testamento vemos a un Dios diferente. ¿Será eso cierto? ¿Será cierto que Dios ha cambiado? La respuesta es No. Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Efesios 5:3-6 dice: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias. Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

Entonces, la verdad de que Dios abomina al perverso de corazón, no solo es una verdad en el Antiguo Testamento, sino que también es verdad en el Nuevo Testamento. Esto se debe a que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre, Dios es inmutable, El no cambia.

Dios abomina a los perversos de corazón, pero Su agrado está sobre los perfectos de camino. Pero ¿Quiénes son perfectos de camino, si todos nos hemos descarriado? Solo uno, Jesucristo el Justo. Ante El los cielos se abrieron y el Padre dio la siguiente declaración:“Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17). Sobre Jesucristo estaba el eterno y completo agrado del Padre. Pero El, en la cruz del calvario fue abandonado por su Padre (Mateo 27:46). ¿Por qué? Porque Jesucristo estaba llevando la maldad de su pueblo para que todos aquellos que crean en El sean justificados. Eso significa que todos aquellos que están en Cristo, ahora, por El, son declarados perfectos de camino, y el agrado pleno del Padre está sobre ellos. De tal manera que el mismo amor que estaba sobre el Hijo Jesucristo, es el mismo amor que está sobre aquellos que Él ha justificado (Juan 17:26).

La evidencia más clara que Dios es justo y abomina al pecador es la Cruz de Jesucristo. El Padre aplastó a su Hijo Jesucristo porque El fue hecho pecado por nosotros, fue hecho maldición por nosotros. La Cruz es la plena manifestación de la justicia de Dios(Romanos 3:25). La Cruz no está para que sintamos lastima por Jesús, sino para que conozcamos y temblemos ante el Dios de las Santas Escrituras, por esa razón el Señor, en el camino a la crucifixión, le dijo a las mujeres que lloraban: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos… Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?” (Lucas 23:28, 31).

Roguemos al Señor para que nos siga limpiando de aquella falsa imagen de un dios que nos hemos hecho, pero que no es el Dios de las Escrituras. Roguemos al Señor para que nos siga mostrando Su Gloria.

“El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra, Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone. De Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. Vendrá nuestro Dios, y no callará; Fuego consumirá delante de él, Y tempestad poderosa le rodeará. Convocará a los cielos de arriba, Y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos, Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio. Y los cielos declararán su justicia, Porque Dios es el juez. Oye, pueblo mío, y hablaré; Escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy Dios, el Dios tuyo. No te reprenderé por tus sacrificios, Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí. No tomaré de tu casa becerros, Ni machos cabríos de tus apriscos. Porque mía es toda bestia del bosque, Y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; Porque mío es el mundo y su plenitud. ¿He de comer yo carne de toros, O de beber sangre de machos cabríos? Sacrifica a Dios alabanza, Y paga tus votos al Altísimo; E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás. Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios” (Salmo 50).

E.M.S

Iglesia Bautista del Salvador

La Salvación

posted by: Salvador Z.

Por Miguel Nuñez
Romanos 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

La salvación es un tema que ha sido de mucha controversia a lo largo de los siglos, primordialmente cuando comenzamos a hablar de cómo es ganada ( en realidad no se gana, se recibe por graca.) o de si es posible o no perder la salvación. Algo que tenemos que recordar es que precisamente, la doctrina que dividió la iglesia católica de la iglesia protestante en su momento, fue la doctrina de la salvación, porque Martín Lutero finalmente llegó a entender que la salvación es algo que Dios da por gracia y no por obras (Efesios 2:8-9 ); y que esa persona era justificada por su fe y no por las obras de la ley. Gálatas 2:16 dice: “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Este entendimiento causó una gran división en el momento de la Reforma.

Por otro lado, dentro de la misma fe evangélica, ha ocurrido una división en ocasiones entre las iglesias que creen que es Dios quien hace la elección del individuo y lo salva soberanamente; y otros que piensan que el individuo tiene la habilidad todavía de escoger a Dios. Los primeros son llamados calvinistas y los segundos son llamados armenianos, basados en la exposición que Arminio hizo de esta doctrina en el siglo XVII.

Para comenzar queremos decir que la palabra "salvación" viene de la raíz hebrea YãŠâc. Esta raíz hebrea significa "el ser espacioso". De esa misma raíz hebrea, salen las palabras liberación, emancipación, preservación, protección y seguridad. Según la obra "Understanding Christiana Theology", del autor EARL D. RADMACHER. La palabra salvación hace referencia a la liberación de una persona o grupo de personas de una situación de peligro y restrictiva, donde ellos no eran capaces de ayudarse a sí mismos. Note esta última frase de esta cita que dice, que ellos no eran capaces de ayudarse a sí mismos. Esto es importante porque eso es exactamente lo que ocurre con nuestra salvación; Dios nos ha dado salvación en un momento en que nosotros no éramos capaces de liberarnos nosotros mismos.

La palabra salvación tiene un significado pasado, presente y futuro. En el pasado, yo fui liberado de la pena del pecado, cuando Cristo fue a la cruz y murió por mis pecados; y ese es el acto de justificación. El significado presente de la salvación es porque en este momento a través del proceso de santificación yo estoy siendo liberado del poder del pecado; y el significado en tiempo futuro de mi salvación es que llegará un momento en que yo seré liberado, no solamente de la pena y del poder del pecado, sino que yo seré liberado también de lo que es la presencia de pecado; y eso será entonces durante la etapa de glorificación que tiene que ver con nuestra entrada al reino de los cielos.

En la salvación toda la Trinidad está involucrada. La salvación es un proceso complejo que involucra la conversión de mi estado de no creyente a mi estado de creyente. Esto es posible cuando yo llego a depositar mi confianza en Cristo como Señor y Salvador. En la cruz Cristo murió en sustitución nuestra y esto hizo posible la reconciliación entre Dios y el hombre que habrían estado enemistados. Y esta reconciliación fue hecha posible porque Cristo al morir en la cruz aplacó la ira de Dios contra el pecado del hombre (propiciación). De esta manera Cristo hizo posible y real nuestra redención, que implica el ser comprado, por precio en un mercado de esclavo, como nosotros fuimos comprados por la sangre de Cristo en el mercado del pecado. Todo este proceso, conlleva un proceso de regeneración de mi espíritu y esto pudo ser hecho posible porque mis pecados fueron imputados (cargados a la cuenta de) Cristo en la cruz y desde la cruz entonces, cuando yo creo en Él como Señor y Salvador, Él me imputa (carga a mi cuenta) su santidad. Cuando Cristo hace esto entonces Dios nos adopta como hijos suyos; nos hace parte de su familia hasta el punto que en Efesios 1:5 nos llama hijos adoptados y una vez hemos sido adoptados pues Dios comienza un proceso de santificación a través del cual Él nos va limpiando de todos nuestros hábitos pecaminosos y nos preserva a través de ese proceso hasta que nosotros entremos en gloria, que es lo que es conocido como glorificación.

Esa conversión se produce en nosotros a través de lo que es la predicación de la Palabra, por eso dice el Salmo 19:7 "La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma" y así mismo dice Romanos 10 : 9-13 "9que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; 10porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. 11Pues la Escritura dice: TODO EL QUE CREE EN EL NO SERA AVERGONZADO. 12Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que le invocan; 13porque: TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO”. Con esto entendemos que la predicación de la Palabra es esencial para la conversión del individuo.

Cuando Cristo fue a la cruz, Él fue a morir en el lugar nuestro; por eso dice 1 Pedro 3:18 "Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu".

Con relación al tema de si la salvación se puede perder o no, la Palabra es bien específica. Aquella persona que ha recibido a Cristo genuinamente de corazón y ha sido convertida, transformada o regenerada, no puede perder su salvación. Para comenzar recordemos las palabras del Señor Jesús en Juan 10:27-29 "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre".

Notemos en primer lugar que el versículo 28 habla de que "yo les doy vida eterna"; si es vida eterna es una vida que no puede perderse mañana, porque entonces no era eterna. Vida eterna implica una vida que comienza en un momento dado, el día en que la recibí, y no va a terminar nunca. Si yo puedo recibir salvación hoy y la puedo perder mañana, pues entonces no tengo vida eterna y Cristo dice que Él nos da vida eterna. Por otro lado, este pasaje garantiza nuestra salvación, porque dice que nosotros estamos en las manos del Padre y que nadie nos puede arrebatar de esas manos. Por tanto, es el Padre quien garantiza nuestra salvación.

Por otro lado, el apóstol Pablo hablaba a los Romanos en el capítulo 8, versículos 38-39 diciendo lo siguiente: "Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro". Notemos cómo Pablo dice que él está convencido, no es que él tiene una opinión, un sentir, ni que el piensa, sino que él está convencido de que nadie nos podrá separa del amor de Dios que está en Cristo Jesús. Y él hace referencia a cosas que pudieran separarnos como ángeles, principados, porvenir, etc., y él termina diciendo que ninguna otra cosa creada nos podrá separa del amor de Dios, y como nosotros somos una de esas cosas creadas, ni nosotros mismos podemos separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús.

Asimismo, Filipenses 1:6 dice lo siguiente con relación a la perseverancia nuestra: "estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús". Pablo una vez más habla de que él está convencido de que aquel que comenzó nuestra salvación, y esa es la persona de Jesús, a través del Espíritu Santo, va a perseverar con nosotros hasta el último día o hasta el día de Cristo Jesús.

Estos tres pasajes, y otros, nos hablan claramente de que nuestra salvación ha sido garantizada por Dios mismo. No es nuestra fidelidad a Dios que nos hace perseverar sino la fidelidad de Dios para con nosotros que nos preserva. Y este es un buen punto de enseñanza a tener pendiente.

Investido de poder por el Espíritu Santo. Paul Washer. (Transcripción)

posted by: Salvador Z.




Todo lo que eres en público está constituido por/es lo que eres en privado.

Puedes pararte ante cualquier hombre, si te paras ante Dios. Y caminas en el poder del Espíritu Santo. No como aquellos pequeños necios evangelistas, que entran y tienen sus filas de curaciones /sanidades y personas cayéndose, y todos los otros circos y blasfemia que siguen… estoy hablando sobre el verdadero poder del Espíritu Santo. No alguna clase de show circense por dinero.

Como he dicho, tanta gente dice: “El Espíritu de Dios está aquí” ¡No. No está! Porque si estuviera, estarías muerto.

Tenemos que ser hombres llenos con el Espíritu Santo, tenemos que ser hombres que buscan a Dios.

Y déjame decirte algo. Hay una gran diferencia, y quiero señalártelo,. Y no importa si me va a causar problemas si esto va a YouTube, pero es esto: hay un sentido, en el cual miramos a Efesios 5, miramos a Colosenses 3:16-17, y sí entendemos que hay una relación directa entre la Palabra de Dios, y ésta residiendo en nuestros corazones, y la obra del Espíritu Santo trabajando a través nosotros. Pero hay otro sentido, en que si eres simplemente un hombre que está sentando ahí, meditando en las Escriturasy pensando que, porque estás haciendo eso, serás lleno del Espíritu Santo y tendrás todo lo que necesitas para el ministerio, ¡estás equivocado!

Tienes que ir a Dios y clamar por manifestaciones más y más grandes de Su poder en tu vida para llevar a cabo la tarea que Él está dándote. ¡Tienes que tener eso! Tienes que ir a Él.

Es un encuentro con Dios. Sí, fundado en Su palabra. Sí, todo lo que Dios hace contigo en oración debe ser conforme a Su palabra. Pero buscar a Dios es mucho más que simplemente estar teniendo un buen estudio bíblico. Es clamar para encontrarse con el Dios vivo, es “esperar en Su umbral”. Y entonces levantarte, y no sólo simplemente creyendo por fe que Él ha hecho algo en ti, es levantarte y “saber”/”sabiendo” que Él ha hechoalgo en ti.

Tenemos que ser hombres, pero no hombres como John Wayne o Jean-Claude Van Dame; no hombres fuertes en la carne, fuertes en personalidad, fuertes en sus presencias, fuertes en sus palabras. ¡No! Hombres fuertes, fortalecidos en el Espíritu Santo.

La batalla es horrorosa. Pensar que te vas a oponer a principados, poderes, potestades y dominios. Te vas a oponer a la serpiente antigua, vas a bajaradentro pozo, y pelear con el infierno mismo. No harás eso en tu fuerza física. Vas a hacer eso en el poder del Espíritu Santo.

¿Sabes que es tan triste hoy? ¿Qué es tan triste? Es que es tan duro hablar de estas cosas,.

¿Y sabes por qué? Por toda la corrupción y las actividades ridículas de muchos,,muchos grupos que se consideran a sí mismos grupos llenos del Espíritu Santo, cuando no están llenos del Espíritu. Pueden estar llenos con el espíritu, pero no es Santo. Porque, sea lo que sea de lo que estén llenos, les provoca hacer cosas que contradicen todo lo que sabemos sobre las Escrituras y los frutos del Espíritu.

Estoy hablando de poder, no de caerse en el suelo y de sacudirse como… como un gusano.

No de poder para reclamar un Mercedes Benz, no poder para decir que sanaste a alguien cuando de hecho no sanó. Estoy hablando de poder para vivir la vida Cristiana, de poder para andar en amor sacrificial, de poderpara derribar fortalezas, de poder para predicar el evangelio. De eso estoy hablando. Eso es lo que necesitamos.

Podemos ser hombres, y mujeres, transformados… transformados.

_______________________by: Paul washer_______________________

¿HAS NACIDO DE NUEVO?

posted by: Salvador Zárate.


Por J.C. Ryle

Esta es una de las preguntas más importantes de la vida. Jesucristo dijo: "el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios" (Juan 3:3).

No es suficiente con responder: "Pertenezco a una iglesia; supongo que soy cristiano." Miles de cristianos nominales no muestran ninguna de las señales de haber vuelto a nacer que nos han dado en las Escrituras--muchas enumeradas en la Primera Epístola de Juan.

No Comete Pecados Habitualmente

Primero que todo, Juan escribió: "Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado" (1 Juan 3:9). "Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca" (5:18).

Una persona que ha nacido de nuevo o se ha regenerado no cometerá pecados habitualmente. Esa persona no pecará más con su corazón, voluntad y toda su inclinación. Probablemente hubo un tiempo en el que esa persona no pensó si sus acciones eran o no pecaminosas y no siempre se sintió atribulada después de hacer algo malo. No existía un conflicto entre esa persona y el pecado; eran amigos. Sin embargo, el verdadero cristiano odia el pecado, huye de él, pelea contra él, lo considera la plaga más despreciable, se resiente con la carga de su presencia, se acongoja cuando caen bajo su influencia y anhela ser liberado completamente de él. El pecado ya no lo satisface; se ha convertido en algo horrible que odia. Sin embargo, no puede eliminar su presencia dentro de sí mismo. Si dice que no tiene pecados, estaría mintiendo (1 Juan 1:8). Pero puede decir que odia el pecado y que el gran deseo de su alma es no cometer pecado en absoluto. No puede evitar que entren en su mente malos pensamientos ni que aparezcan errores, descuidos y defectos en sus palabras o en sus acciones. Sabe que "todos tropezamos de muchas maneras" (Santiago 3:2). Pero puede decir sinceramente ante la presencia de Dios, que estas cosas le causan sufrimiento y tristeza y que todo su ser lo rechaza. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?

Creer en Cristo

Segundo, Juan dijo: "Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios" (1 Juan 5:1).

Un hombre que ha nacido de nuevo o se ha regenerado cree que Jesucristo es el único Salvador que puede perdonar su alma, que es la persona divina designada por Dios Padre para este preciso propósito y que aparte de Él, no existe ningún otro Salvador. En su interior esta persona no encuentra ningún tipo de valor. Pero confía completamente en Cristo, y confiando en Él, cree que todos sus pecados serán perdonados. Él cree que, por fe en la obra llevada a cabo por Cristo y su muerte en la cruz, será considerado justo ante los ojos de Dios y puede esperar la muerte y el juicio sin angustia. Puede tener miedos y dudas. Algunas veces podrá decirle que se siente como si no tuviera fe en nada. Pero pregúntele si desea confiar en cualquier cosa en vez de en Cristo y escuche lo que le dirá. Pregúntele si depositará su esperanza de vida eterna en su propia bondad, sus propias obras, sus oraciones, un ministro o su iglesia y escuche su respuesta. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?

Practica la justicia

Tercero, Juan escribió: "Todo el que hace justicia es nacido de El. " (1 Juan 2:29).

El hombre que ha nacido de nuevo o se ha regenerado es un hombre santo. Se esfuerza por vivir de acuerdo con la voluntad de Dios, por hacer las cosas que agradan a Dios y por evitar las cosas que Dios aborrece. Desea mirarse continuamente en Cristo como su ejemplo así como su Salvador y demostrarse a sí mismo que es amigo de Cristo guardando sus mandamientos. Sabe que no es perfecto. Es terriblemente consciente de la corrupción que hay en su interior. Encuentra un principio de maldad dentro de sí el cual está constantemente atentando contra la gracia y tratando de alejarlo de Dios. Pero no se lo permite aunque no pueda evitar su presencia. Incluso si a veces se siente tan insignificante que se pregunta si realmente es cristiano o no, podrá decir al igual que dijo John Newton: "No soy lo que debería ser, no soy lo que quiero ser, no soy lo que espero ser en otro mundo; pero aun así no soy lo que fui alguna vez, y por gracia de Dios soy lo que soy". ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?

Ama a Otros Cristianos

Cuarto, Juan escribió: "Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos" (1 Juan 3:14).

Un hombre que ha nacido de nuevo tiene un amor especial por todos los verdaderos discípulos de Cristo. Como su Padre en el cielo, ama a todos los hombres con un gran amor general, pero tiene un amor especial por aquéllos que comparten su fe en Cristo. Como su Señor y Salvador, ama a los peores pecadores y lloraría por ellos; pero tiene un amor característico por los que son creyentes. Nunca se siente tan como en casa como cuando está en su compañía. Él siente que todos son miembros de la misma familia. Ellos son sus compañeros soldados, peleando contra el mismo enemigo. Ellos son sus compañeros de viaje, recorriendo el mismo camino. Él los entiende y ellos lo entienden a él. Pueden ser muy diferentes en muchas sentidos-- en el puesto que ocupen, en posición social y en riqueza. Pero eso no le importa. Son los hijos e hijas de su Padre y no puede evitar amarlos. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?

Vencer al Mundo

Quinto, Juan escribió: "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo" (1 Juan 5:4).

Un hombre que ha nacido de nuevo no se vale de la opinión del mundo para medir el bien y el mal. No teme ir en contra del estilo, ideas y costumbres del mundo. Lo que los hombres piensen o digan, ya no le preocupa. Él vence al amor del mundo. No encuentra placer en las cosas que parecen dar la felicidad a la mayoría de las personas. Para él, parecen insensatos e indignos de un ser inmortal. Ama la alabanza a Dios más que la alabanza al hombre. Teme más ofender a Dios que ofender al hombre. No le importa que le culpen o le alaben; su principal objetivo es agradar a Dios. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?

Mantenerse Puro

Sexto, Juan escribió: "Aquel que nació de Dios lo guarda" (1 Juan 5:18).

Un hombre que ha nacido de nuevo cuida su propia alma. No solamente trata de evitar el pecado sino también de evitar todo lo que lo pueda generar. Selecciona cuidadosamente sus compañías. Sabe que las malas relaciones corrompen el corazón y que es más fácil tomar el mal que el bien, así como se contagia más la enfermedad que la buena salud. Es cuidadoso con el uso de su tiempo; su principal deseo es emplearlo provechosamente. Desea vivir como un soldado en un país enemigo-usando su armadura continuamente y preparado para enfrentarse a la tentación. Es diligente para ser un hombre que vela, que es humilde y que ora. ¿Qué diría el apóstol sobre ti? ¿Has nacido de nuevo?

La Prueba

Estas son las seis grandes señales que identifican a un cristiano que ha nacido de nuevo.

En cada persona hay grandes diferencias entre la profundidad y distinción de estas señales. En algunas son débiles y casi imperceptibles; en otras son destacadas, sencillas e inconfundibles, de tal forma que cualquiera las puede identificar. Algunas de estas señales son más visibles que otras en cada individuo. Raras veces son igual de evidentes en cada persona.

Pero aún así, después de tener en cuenta las posibles diferencias, podemos encontrar seis señales predominantes provenientes de Dios.

¿Cómo deberíamos reaccionar ante estas cosas? Podemos lógicamente llegar a una única conclusión--- solamente los que han nacido de nuevo poseen estas seis características y aquéllos que no tienen estas señales no han nacido de nuevo. Esta parece ser la conclusión a la cual el apóstol pretendía que nosotros llegásemos. ¿Tienes tu estas características? ¿Has nacido de nuevo?